Presentación
Ponemos a su disposición el número 21 del Journal de Comunicación Social. Se trata de un esfuerzo de hace varios años con el interés de compartir los resultados de investigación de diferentes campos relacionados con la comunicación y las ciencias sociales. La Carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Sede La Paz (U.C.B.) tiene el interés de fortalecer la difusión de conocimiento académico en su carácter de exogeneidad, valorando el diálogo de saberes entre investigadores e investigadoras provenientes de diferentes espacios de construcción de conocimiento de la región. En esta ocasión, y continuando con el esfuerzo de cualificación de este necesario trabajo de vinculación, este número presenta una diversidad de resultados de investigación.
Si hay un hilo conductor en esta vigésimo primera entrega del Journal de Comunicación Social es que todos los trabajos presentados hablan de sujetos que están negociando su lugar en el mundo frente a un sistema que intenta excluirlos, censurarlos o estigmatizarlos. Se trata de un volumen de ocho artículos y una reseña, todos ellos con una fuerte carga política, social y crítica. Los textos dialogan muy bien entre sí, orbitando alrededor de las tensiones de poder, la identidad y la resistencia en contextos latinoamericanos (con fuerte énfasis en Bolivia).
Este número del Journal abre el debate cuestionando la suficiencia de lo legal, al observar que la apropiación del espacio público por comerciantes informales en el Mercado Central de Sucre no es anárquica, sino que se organiza mediante “microrreglas” y alianzas que validan su legitimidad al margen de la norma oficial.
Esta búsqueda de legitimidad resuena profundamente en el segundo artículo del volumen, con el hallazgo de que el reconocimiento legal de la identidad de género (Ley N° 807) es un paso necesario, pero insuficiente para la inclusión real, pues el estigma persiste en las dinámicas cotidianas de poder, produciendo obstáculos que dificultan el goce del derecho a una vida digna, en toda su dimensión.
En un siguiente artículo, esta mirada crítica sobre las exclusiones sistémicas conecta el pasado con el presente digital, mostrando cómo los memes en redes sociales funcionan como herramientas de segregación simbólica que reproducen ideologías racistas, clasistas y sexistas en contextos como México y Perú, y que no son sino muestras de lo que está sucediendo en todo el continente americano, agravado por las orientaciones que imponen los algoritmos que operan en las redes.
De manera similar, en el último artículo de este volumen se evidencia que las universidades latinoamericanas mantienen estructuras que reproducen el racismo y discriminan identidades vulneradas, contradiciendo su rol de espacios de saber universal, lo cual demuestra la urgencia de estimular el debate y la acción transformadora que, por esencia, pertenecen al ámbito universitario.
La memoria histórica es otra de las formas reconocer la identidad y los intentos por ocultarla o invisibilizarla, y de ella se ocupan dos artículos: el que recupera cómo la lucha política de las mujeres durante el final del “sexenio oligárquico” (1951-1952) fue un antecedente crucial y activo para la posterior conquista del voto universal, muy en sintonía con reflexiones contemporáneas que buscan una nueva comprensión de la Revolución Nacional de 1952.
También en sintonía con la reflexión sobre las luchas políticas de mediados del siglo XX está la investigación sobre cómo las dictaduras (1964-1980) ejercieron violencia sistemática contra el patrimonio cultural, utilizando la censura, el robo y la destrucción de obras de arte como armas políticas para negar la memoria: un recordatorio de cómo la violencia política busca no solo disciplinar los cuerpos, sino borrar el patrimonio simbólico.
También en relación con la violencia política y su secuela de efectos, desde una perspectiva psicoanalítica, se plantea que es posible generar narrativas que apuesten por la vida como contrapeso a la violencia histórica del conflicto armado que han dado forma a la historia de Colombia en más de medio siglo.
Por último, el volumen nos sitúa ante los desafíos éticos del futuro, advirtiendo que el uso de la Inteligencia Artificial Generativa, al priorizar la eficiencia instrumental, conlleva el riesgo de trivializar el juicio crítico y vaciar el conocimiento de su valor, reflexión más que urgente en el seno de la Academia, donde el avance tecnológico es muy superior a la capacidad de generar marcos éticos que garanticen la integridad del conocimiento que se produce y los modos de producirlo. Un debate, además, que recorre todos los ámbitos de la sociedad.
Mgr. Claudio Rossell Arce
Jefe de Carreras de Comunicación Social y Comunicación Digital Multimedia