Journal de Comunicación Social 13(20), 103-105 enero-julio de 2025 ISSN impresa 2412-5733; ISSN online 2413-970x - DOI: https://doi.org/10.35319/jcomsoc.2025201323

Cuidar la dignidad humana1

To uphold human dignity

Ricardo Ernesto Centellas Guzmán

Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Sucre, Bolivia riernesto@hotmail.com

Resumen: En el marco de los festejos del 59 aniversario de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Bolivia, el monseñor Ricardo Centellas, Gran Canciller de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, se dirigió a la comunidad universitaria. Siguiendo las orientaciones del Papa León XIV, expresadas en Roma, en un evento celebrado ante el Colegio Cardenalicio, Centellas se dirigió al auditorio para proponer una acción dirigida a cultivar la dignidad humana, en pro del bien común, como el reflejo de la vida de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.

Palabras clave: Bien común, dignidad humana, formación humanista en la universidad, Universidad Católica Boliviana “San Pablo”-Bolivia.

Abstract: During the celebrations marking the 59th anniversary of Universidad Católica Boliviana “San Pablo,” Monsignor Ricardo Centellas, Grand Chancellor of the University, addressed the academic community. Drawing on the teachings of Pope Leo XIII, as expressed in Rome during an address to the College of Cardinals, Monsignor Centellas proposed an initiative aimed at cultivating human dignity in service of the common good, in alignment with the mission of the Catholic University “San Pablo”.

Kew words: Common good, human dignity, humanistic education in the university, Universidad Católica Boliviana “San Pablo”-Bolivia.

Un saludo respetuoso y fraternal a todos los presentes. Felicidades a la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, que cumple 59 años de servicio, de trabajo intenso para que la formación que pasa por esta institución sea un aporte a la educación de calidad en Bolivia. Muchísimas gracias a todos los que hacen parte de la universidad, a los estudiantes, a los catedráticos, a las autoridades de dirección, gracias por su cariño, por su esfuerzo, por su sacrificio, por su dedicación para que esta institución vaya adelante. Para no iniciar, les voy a hacer un relato, pero real. Hace años, en el norte de Potosí, fui invitado a un trabajo que realizaba Cáritas. Construyeron una represa grande en medio de las montañas para ocho comunidades campesinas. Para ellos era un acontecimiento realmente importante. Entonces prepararon arcos de bienvenida.

¿Ustedes conocen los arcos?, con sus tejidos y con las pocas hierbas que hay en medio de las montañas. No hay ni árboles pero algunas hierbas hay. Hicieron, yo creo, unos 20 o 25 arcos. Entonces llegamos y nos hicieron pasar por los arcos. Llegamos al primer arco. Dan la bienvenida. Dice: “Señor, qué bien que ha venido. Esta es una gran fiesta para nosotros. Ahora tenemos agua para nuestros terrenos. Entonces les invitamos   a pasar por estos arcos”. Hasta allí todo bien. Llego al primer arco y estaban allí dos botellas. Entonces, me dicen: “Monseñor, ¿cuántos ojos tiene?”. “Dos”. “Ah, muy bien”. “¿Y por qué?”, digo. “Entonces, ¡salud! Primera copa. Estuve pasando. “No, no, no, Dice. “Dos ojos tiene; por lo tanto, dos copas. ¿Ustedes pueden imaginarse dos copas por 25 arcos? Yo no cómo he llegado al final, pero he llegado. Entonces, yo recuerdo siempre eso y en cada ocasión me preguntaban. Los señores, tan sencillos: “¿Cuántos ojos tiene, monseñor?”. “Dos”. “Entonces dos copas”. Y así llegamos hasta el final. Por supuesto que en algunos arcos había ricos cócteles, pero en otros no cómo eran, ya no me acuerdo.

Y me acordé de eso cuando el 9 de mayo escuché a al nuevo Papa León XIV en un acto celebrado ante el Colegio Cardenalicio. Le escuché decir que hoy estamos y somos parte de la revolución tecnológica, que somos parte del mundo digital. Por lo tanto, afirmo que, así como León XIV planteó como prioridad cuidar la dignidad humana frente a la actual revolución industrial, hoy también tenemos el mismo desafío común para toda la humanidad, para todos los países, para todas las instituciones.

Pensando en este saludo a la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, en su 59 aniversario afirmo que tenemos que trabajar por la dignidad humana; tenemos dos pies para avanzar, y si queremos caminar hay que trabajar también por el bien común.

Yo quisiera que al celebrar los 59 años de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” podamos renovar nuestro compromiso para trabajar como universidad. Esta es una tarea en la que estamos trabajando desde los administrativos, hasta la última persona que ocupa un cargo de responsabilidad  de la Universidad, por la dignidad humana    y por el bien común. ¿De qué sirve que exista en Bolivia una institución educativa si no trabaja por la dignidad humana y el bien común? ¿Cómo se puede entender que un profesional altamente competitivo en Bolivia no pueda trabajar para cuidar, para fomentar y para fortalecer la dignidad humana? Es totalmente contradictorio. Eso es ir contra aquello hacia lo cual uno se ha preparado. No se puede entender que, en Bolivia, uno se prepare, se forme y luego no pueda trabajar por el bien común.

Es increíble constatar cómo nuestro país está destruido y especialmente por la división entre nosotros. No somos capaces de unirnos. Podremos ser distintos, vivir en distintas regiones, tener distintos pensamientos, defender distintas ideologías. Eso es parte de la vida humana. Pero Bolivia es un país pequeño, tendríamos que ser capaces de trabajar juntos para que el país vaya adelante. Y es paradójico: no trabajamos para que Bolivia vaya adelante sino para destruirlo. ¿En qué situación estamos? Entonces tenemos dos pies, dignidad humana y bien común, que son parte de la vida de la Universidad y de cualquier universidad.

Especialmente, nosotros tenemos que mostrar al mundo que realmente Bolivia nos interesa, porque una universidad que no esté al servicio del país no tiene sentido. Si nos formamos, si nos capacitamos, si nos actualizamos constantemente, lo haremos para transformar este país. Y desde donde estemos, desde la misión y la responsabilidad que tenemos, renovemos este compromiso para que ninguna persona viva sin dignidad. Al contrario, nuestro compromiso es para que todos los que están en Bolivia, cada boliviano y boliviana, vivan con dignidad. Y creo que así tiene sentido estudiar, tiene sentido profesionalizarse para realizar emprendimientos que apuesten por la dignidad del boliviano y, sin lugar a dudas, por todos los bolivianos, allí, entra el bien común.

Entonces, les invito para que recuerden que ustedes tienen dos ojos; pero tenemos dos pies. Estamos llamados a caminar, no a patinar. Y, si no fomentamos el bien común, estamos patinando. Y, si nos quedamos en la vida patinando, somos unos mediocres.

Estamos llamados a avanzar a crecer, y ojalá que desde la Universidad seamos un aporte positivo para que Bolivia vaya adelante. Felicidades, en buena hora. Muchas gracias. Felicidades. Esa es la palabra que precisamente ahora se debe resaltar, y debemos estar muy contentos porque llegar a 59 años rumbo a los 60 años muestra que estamos caminando. Seguramente la próxima gestión también estaremos reunidos con las sedes académicas, todo el equipo  humano de cada sede académica aquí, en La Paz.  A nombre de las autoridades nacionales, queremos realmente agradecer la presencia de cada uno de ustedes en este aniversario 59 de la Universidad Católica Boliviana San Pablo. ¡Felicidades, UCB!

[1] Discurso pronunciado por el Monseñor Ricardo Centellas, Gran Canciller de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, en el marco de los festejos del 59 aniversario de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Bolivia, el 13 de mayo de 2025. Agradecemos especialmente al Lic. César Llanos Llanos, Responsable del Área de Video y Programación del Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo (Secrad), de la UCB, por su apoyo en la transcripción de la entrevista.